El investigador Don Cambell sostiene que la música de Mozart estimula las conexiones neuronales del bebé en su gestación además de reforzar los lazos emocionales y afectivos entre madre e hijo. Cambell realizó un estudió con estudiantes que escuchaban durante diez minutos la "Sonata para dos pianos en re mayor" justo antes de realizar un test de inteligencia, comprobando que los resultados mejoraban en en la parte espacio-temporal de las pruebas. La combinación de ritmos, melodías y patrones de su música despiertan las regiones creativas y motivadoras del cerebro, relajando y manteniendo atentos a los bebés.
Esta teoría también tiene sus detractores, los cuales sostienen que los efectos de esta música son siempre temporales y no para toda la vida. Además no solo la música de Mozart estimula el cerebro, también la de Schubert o incluso la música pop.
De cualquier manera, escuchar a Mozart o música pop no hará que vuestros hijos sean más inteligentes pero quizás si despierte en ellos un romance apasionado con el arte de la música.
La música hay que escucharla por amor al arte y no porque pueda ser una herramienta que nos haga inteligentes de la noche a la mañana.
Os dejamos estos vídeos que forman un documental en el que se profundiza sobre este interesante efecto.
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